Supongo que es la música que me pone así, a veces sin ganas de mucho y otra con ganas de todo.
Suena una canción, recuerdo y sonrío en silencio.
Espero paciente los intervalos de tiempo para estar sola y perderme, ir corriendo lejos.
Tengo ganas de reírme, salir a caminar en la madrugada, cantar en voz alta, ignorar lo que pasa pero percibir todo con matices infinitos.
A veces, tengo ganas de encerrarme, desarmarme y pensar en todo lo que me pierdo por ser como soy.
Otras simplemente me enojo demasiado.
Y ahora, no sé en qué estado estoy.
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