viernes, 9 de julio de 2021

El lobo

Qué difícil es volver a escribir. He andado de largo buscando respuestas que resuenen con lo que mi cerebro quiere escuchar, lamentablemente nunca quiere escuchar ninguna verdad que venga de mí. La realidad es que no es mentira lo que nos venden, las respuestas están albergadas en algún espacio por ahí en el subconsciente, probablemente escondidas detrás de las letras de canciones memorizadas. Creo que lo más complicado de empezar a ver la verdad, es descifrar que todas las convenciones de nosotros mismos no son más que proyecciones de los demás, que han tomado nuestras vidas como lienzos de práctica. Es incómodo verse al espejo, que ahora está diáfano, y saber que hemos sido nuestro propios verdugos por tanto tiempo. Ciertamente, no queda ahí, es como si cada persona haya tomado un pedazo de ti y desechado lo que no les servía, dejándote con las migajas de ti misma. ¿Qué se hace con las migajas? ¿Cómo construir con eso? ¿Por qué no me desecho yo? Tal vez porque al final una voz me dice que siga, que reinventarse es la opción y que el pasado es sólo una lección de vida. ¿Por qué, si tengo todas las respuestas, sigo sintiéndome perdida? Creo que uno no se la cree mucho cuando el escepticismo nos ha invadido la existencia. El miedo también estuvo ahí, alimentándose de la inacción, y aunque ya es hora de decirle adiós, vaya que cuesta dejar el hogar.

lunes, 8 de febrero de 2021

Oscuridad

Yo lo describo como puedo pero la intensidad mi cerebro la suprime para no asustarme más.
No sabía que la parte más oscura de mi existencia se albergaba dentro mio, en mi mente. La energía viajaba por mi, tan incontrolable y no tenía por qué querer pararla o luchar contra ella pero lo hice sin saber que caería más profundo. Me decía que todo iba a pasar mas el terror de terminar conmigo misma me pesaba más que la idea de la oscuridad misma. Físicamente, estaba abandonándome pero al llegar a cierto nivel de inconsciencia pude abrazarme y seguir, despertar de aquella realidad y reencontrarme una vez más. Nada más importaba, sobreviví lo impensable y lo hice sola, me fortalecí de mis raíces, ya nada dolía, ni lo físico, era yo volviendo a ser yo y dejando de ser, todo en simultáneo. Entonces, regreso a mi estado actual y trato de ser buena, de demostrar que crecí, no niego mi luz y tampoco mi sombra, van a salir cuando quieran y ahí estaré yo, para mí una vez más, sólo que ahora sin miedo.


F.